A veces me da por pensar que todo va a peor, que todo sale mal y que ya no puedo más, que estoy a punto de estallar, pero de pronto pasan cosas que me hacen darme cuenta de que en verdad soy muy afortunada...
Desde finales del año pasado he tenido lapsos de mala suerte, siempre trato de ser positiva pensando que es una acumulación de Dharma y creo que al final esto me ha funcionado, por ejemplo la tesis ya empieza a tomar forma, aunque mi objeto de estudio se haya decido desaparecer "temporalmente", aprobé los exámenes de idiomas, y podré hacer un estudio de campo en tierras lejanas.
Creo que lo que me hace sentirme más afortunada es ese viaje, porque sería como volver a ese sueño que siempre he tenido: Madrid. ese sitio de ensueño, el amor de mi vida...
Entonces vuelve a mi mente está idea de que a veces nos pasan cosas que creemos malas para valorar lo bueno que está por llegar, creo que es un filosofía que nos ayuda a superar muchos baches en el camino...
Así que, en vez de pensar que tenemos días de perros, lo mejor será pensar que pronto algo bueno llegará.
Así que, en vez de pensar que tenemos días de perros, lo mejor será pensar que pronto algo bueno llegará.
Pensemos que:
"Con un poco de suerte mañana me sale mejor..."
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